My

Mi foto
Estudiante de Ingeniería Física. Usach.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Amor Masoquista


Al principio parecía todo sin manchas, luego vino una mala palabra y es como si con eso; se hubiera declarado una guerra a la que no se le ve final, ofensas comenzaron a salir por nuestras bocas, rompiéndonos el corazón y haciéndonos sufrir; derramar una lágrima, soltar un golpe y pensar que con eso solucionamos las cosas, cuando realmente las complicábamos. Hablar es la última opción que tomábamos para solucionar el problema, pero con todo eso llegábamos a un acuerdo, “No hacerlo más”, pero ya se convirtió en una adicción, tenemos que pelear o gritar para sentirnos bien o superior al otro.

Por ninguna razón notábamos lo que estaba y quienes estaban a nuestro alrededor, solo dando vergüenza y causando desilusión, cuando aquellos pensaban que éramos felices, que nuestra vida era solo paz y tranquilidad, la realidad es que hasta las paredes gritaban malas palabras; pero cuando la tormenta pasaba, nos abrazábamos, nos besábamos, bailábamos, por rato el cielo de nuestras mentes y corazones aclaraba para dar paso a la brisa de la tranquilidad, y todos emocionados y felices por notar un cambio que parecía verdadero.

Pero las nubes aparecían y sin importar que criatura estuviera, decíamos malas palabras, mientras la criatura lloraba, yo más le pegaba, es como si buscara, una descarga para mi ira en esos momentos, sabiendo que el inocente no tiene culpa alguna. ¿Separación? Se ha intentado pero de nada sirve porque nos necesitamos, no podemos durar mucho tiempo separados a pesar de todo; es por ello que nos reconciliamos y decidimos cambiar, ¿Pero de que valen las palabras si no ponemos de nuestra parte? Por todo hay un insulto, no hay un minuto que no se esté sin pelear, sin discutir, sin gritar, siempre encontraremos la forma de caer en lo mismo, pero entre todo esto hay dos palabras que siguen siendo verdad: ¡¡TE AMO!! ahora pregunto: ¿TÚ ME AMAS? El responde: ¡¡SI TE AMO!!. Entonces de esta manera nos amaremos hasta que la muerte nos separe.

Evelyn Quiroz

No hay comentarios: